Callos a la madrileña
¿Qué debes saber?
La bandera de la Comunidad de Madrid tiene siete estrellas: las siete de la Osa Mayor; las que acompañan a otra osa, esa que has visto tantas veces sobre el madroño. Pero, en realidad, el invierno madrileño tiene una octava estrella: los callos. Uno de los platos fundamentales cuando aprieta el frío en la Villa y aledaños. A la madrileña se come muy bien. Para las personas de fuera de Madrid los platos típicos de la capital quizá no suenen muy apetecibles. Están basados, salvo nuestro amigo el cocido, en lo que se llama casquería: es decir, aquellas partes de los animales que no son carne sino entrañas y lo que en algunas culturas que los desprecian llamarían despojos.
En Madrid saben muy bien aprovechar toda la capacidad nutritiva de los animales, así que los callos, uno de sus platos más conocidos, surgen de ahí. Si eres de fuera no te vamos a engañar: los callos a la madrileña son básicamente tripas de vaca. Van acompañados, dándole toda su consistencia, de pata y morro de vacuno, chorizo, morcilla y jamón. La salsa está hecha con tomate, aceite de oliva, ajo, cebolla y pimentón, entre otros ingredientes.
Ingredientes
(Callos, pata y morro de vacuno, manos de cerdo) 60%, salsa (agua, tomate, sal, aceite de oliva, almidón de maíz, cebolla, gelatina, ajo, especias, pimentón, conservadores (sorbato potásico, nitrito sódico), antioxidante (ascorbato sódico)), chorizo (carne de cerdo, grasa de cerdo, sal, pimentón, dextrosa, ajo, especias, tripa de colágeno), morcilla (cebolla, sangre, sal, harina de arroz, dextrosa, plasma de cerdo, pimentón, especias, conservadores (nitrato de potasio, nitrato sódico, ácido láctico), antioxidante (citrato trisódico)), jamón ibérico.
Información nutricional (100 gr.)
Energía | 618.7 kJ / 148.2 kcal |
---|---|
Grasas | 9,20 g |
de las cuales saturadas | 2,82 g |
Hidratos de carbono | 1,73 g |
de los cuales azúcares | 0,83 g |
Proteínas | 14,53 g |
Sal | 1,40 g |
4,94€/ración
Puede contener: cereales con gluten, crustáceos, productos a base de huevo, pescado, productos a base de soja, leche y derivados, apio, mostaza y moluscos.